El buceo no sólo es una actividad divertida y enormemente gratificante para todos los que amamos sumergirnos. Además de poder sorprendernos con las maravillas naturales de las profundidades, el submarinismo es uno de los deportes más relajantes y completos que existen y tiene muchos beneficios para la salud. Es bueno tanto física como mentalmente.
Los beneficios del buceo para la salud son innumerables y empiezan con la sensación de bienestar que produce estar en contacto con el agua.
Todos al agua!
El buceo es una actividad integral que combina deporte con entretenimiento y ofrece a quienes lo practican grandes satisfacciones personales, manteniendo un buen estado de salud a nivel físico y mental.
BUENO PARA EL CUERPO
Moverse bajo el agua es un excelente ejercicio. Cuando buceamos estamos haciendo un gran ‘favor’ a nuestro cuerpo ya que trabajamos todos los músculos merced a la resistencia que proporciona el agua. Y encima mejora mejora nuestra coordinación: mantener el equilibrio en el agua obliga a que trabajen los dos hemisferios cerebrales, lo que mejora nuestra habilidad psicomotriz y la orientación espacial.
No hemos de olvidar tampoco el ejercicio que supone la natación el superficie, el esfuerzo para entrar y salir del agua o el transporte y carga del equipo. Una buena manera de quemar grasa corporal y de ejercitar cada tendón y cada músculo. Alrededor de 220 son las calorías que se calcula que se queman en cada inmersión.
Además, hay que destacar también que el buceo acelera el metabolismo. El nitrógeno se acumula en nuestro cuerpo (de manera moderada), lo que provoca que el metabolismo se incremente para sacarlo del ssitema hasta 18 horas después de una inmersión.
El submarinismo invita también a un bienestar integral, ya que los buzos deben tener una vida sana y cuidar su condición física.
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Todos sabemos que la regla de oro del submarinismo es nunca, nunca contener la respiración. Respirar profunda y lentamente cuando buceamos supone un gran ejercicio para el corazón, los músculos y fortalece la circulación de la sangre. Amplía la capacidad pulmonar y, además, estimula el sistema linfático y libera toxinas.
Trabajar el control de la respiración bajo el agua hace que las personas que bucean se acostumbren a respirar correctamente en superficie, en el día a día, mejorando la oxigenación.
BUENO PARA LA MENTE
Bucear supone también un gran ejercicio… para la mente. El submarinismo proporciona una gran sensación de tranquilidad y relajación. Al sumergirse uno olvida todo el estrés y las preocupaciones de la vida diaria. Da felicidad, al tiempo que ayuda a controlar la ansiedad.
El submarinismo contribuye a relajar los sentidos. Debajo del agua, el buzo entra en contacto directo con el medio y se aísla de las distracciones, hasta el punto de escuchar sólo el sonido de la propia respiración. Un ejercicio que contribuye también a aliviar trastornos de hiperactividad y ansiedad.
El buceo fomenta el compañerismo y la integración social. Gracias a él surgen nuevas amistades que comparten la afinidad por este deporte.
Además, el lenguaje de señas y gestos que se emplea buceando promueve otras formas de expresión. Una manera de comunicarse que hace que los submarinistas desarrollen al máximo la capacidad de trabajar en equipo. La comunicación con los compañeros es fundamental mientras se está debajo del agua, lo que hace también que se refuercen los lazos de amistad.
El submarinismo es una práctica que otorga seguridad y confianza a quien lo practica. Aprender a bucear supone irse superando uno mismo poco a poco, por lo que la autoconfianza crece. Beneficios emocionales a los que se suma la experiencia que supone romper con la rutina diaria.
No hay que olvidar que el buceo supone también un constante aprendizaje. Cada vez que nos equipamos y saltamos al agua estamos aprendiendo. No sólo cuando completamos los diferentes cursos; cada minuto que pasamos bajo el agua es una oportunidad de descubrir nuevas especies marinas, explorar nuevos naufragios, mejorar nuestras habilidades fotográficas… En definitiva, enriquecemos nuestra mente y conseguimos, pese a estar sumergidos, nos creamos que estamos en la cima del mundo.
Fuente: marca.com
Imagenes: Adobe Stock